La Planta Potabilizadora Guaso, que llevaba varios años sin explotar, acaba de ser rehabilitada y modernizada con fondos cubanos y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Esta obra hidráulica enclavada en el municipio Manuel Tames aporta en su procesamiento el 70% del agua que consume la ciudad capital de Guantánamo, beneficiándose con ello 145 000 habitantes, salvo el segmento sur que se abastece de la estación de bombeo Guanta.

La inversión a esta planta elevó de 900 hasta 1200 Lts por segundo la capacidad purificadora, además de contar con equipos de alta tecnología, en los que se incluyen tres flujómetros para medir el agua entrante y saliente, conectados a conductoras de acero soldable y polietileno de alta densidad.

Se sustituyó además el sistema tradicional de filtración existente por uno más avanzado y seguro, en cuya composición figuran materiales costosos como la zeolita y la arena sílice de importación.

Coadyuva a ese logro un moderno laboratorio donde se toman las muestras del caudal que sale de la instalación y se ejecutan análisis físico-químicos y bacteriológicos, de turbiedad y de otras propiedades del vital líquido.

La modernización y ampliación de la purificadora que fuera ejecutada en medio de la agudización del bloqueo impuesto por EE.UU y la pandemia de la COVID-19 era impostergable, dado el crecimiento de la población guantanamera y el rigor de la legislación vigente en la cual el término “agua potable" ha cedido espacio al de “agua segura”.